Hoy, cada vez más, los operadores y diseñadores de la industria, hablan de "Fachada ventilada", ¿sabemos realmente de qué se trata? Descubrimos juntos qué son, cómo funcionan y qué ventajas ofrecen frente a las alternativas tradicionales de revestimiento para exterior.
El término Fachada ventilada define y agrupa, un conjunto de tecnologías y sistemas constructivos dedicados a la envolvente del edificio, generalmente opaco, que encuentra gran aceptación entre los profesionales del sector de la construcción, tanto en términos de remodelación del complejo de edificios existente, tanto en términos de valor añadido (arquitectónico y estético) a las nuevas construcciones y como contención del consumo energético.
"El punto de partida es la tensión hacia la belleza, hacia el arte, para que la sorpresa, el asombro, lo inesperado sean también parte de la obra arquitectónica." - O.N.
¿Cómo funciona la fachada ventilada?
El mecanismo detrás del funcionamiento termo-higrométrico de un sistema de fachada ventilada es llamado el "efecto chimenea", que se obtiene dejando entre la pared perimetral y el revestimiento exterior una cámara de unos centímetros. Este fenómeno - basado en el principio físico de las fuerzas de flotación (Arquímedes) - es alimentado por la radiación solar que, al golpear las superficies de la fachada, provoca un calentamiento local de la masa de aire presente en la cavidad, y por lo tanto, desencadena un movimiento de masas de aire caliente desde abajo hacia arriba, al igual que en una chimenea.
Se crea una ventilación continua y natural de las cavidades de fachada, con aire "fresco" que es "aspirado" por las aberturas en la base de la fachada y expulsado "caliente" por las aberturas en la parte superior. Esta dinámica, que representa la peculiaridad de los sistemas de fachada, aporta innumerables ventajas al rendimiento térmico y a la durabilidad de la envolvente del edificio.
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- Mejoramiento del confort de la vivienda
- Aislamiento térmico
- Aislamiento acústico
- Valorización estética y arquitectónica de la envolvente
- Protección contra los agentes atmosféricos
- Alto rendimiento energético
- Eliminación de puentes térmicos, mohos y condensados
- Mantenimiento sencillo y reducido en el tiempo.
Podríamos seguir explicando las múltiples ventajas que ofrecen las fachadas ventiladas; sin embargo, preferimos detenernos en un detalle importante que es la posibilidad de realizarlas completamente "secas", o sea, sin la ayuda de adhesivos y otros enlaces químicos entre los distintos elementos que los componen. Esto permite la creación de sistemas extremadamente duraderos, que no requieren un mantenimiento extraordinario y son capaces de soportar las más diversas condiciones climáticas a lo largo de su vida útil, que es comparable a la del edificio (>30 años).
Superficies para cada estilo, gusto y exigencia
En los últimos años la presencia de estos tipos de fachadas ventiladas ha crecido exponencialmente, especialmente entre los arquitectos. Será por sus puntos fuertes, será por las características estructurales o por las ventajas estéticas que incorporan. Palabra clave: ¡diversificación y personalización de las soluciones de revestimiento! La posibilidad de utilizar cualquier material con formatos, grosores y tamaños variables hace que el edificio sea único. Ofreciendo de vez en vez una piel a medida, resistente a las altas y bajas temperaturas, tratada en el detalle con colores, acabados y superficies siempre diferentes.
ALIVA S.r.l.
